El enfado surge por diferentes motivos pero generalmente, en mi caso, el motivo es la comparación o el sentimiento de importar menos. Este enfado pensado así de forma general puede llevar a lo peor porque, así tomado en general es verdad que yo soy menos, llevamos menos tiempo.
Cuando me siento menos valorada trato de pensar en todo lo que ha /han hecho y siguen haciendo para que yo esté a gusto. Trato de bajar a la realidad y pensar en situaciones concretas. Teorizar sobre algo general sin concretar en cuáles son lo actos que nos hacen sentir bien o mal no es la solución a nuestros momentos de bajón. Sin embargo, si pensamos en hechos concretos, buenos y malos, y tratamos de hacer un balance de cómo nos sentimos recordando lo que pasó, o lo que no pasó y nos hubiera gustado que pasara o que no pasara; si conseguimos "revivir" estos momentos podremos hacer un balance, subjetivo, eso sí, y saber qué situaciones nos hacen sentir mal y descubrir los motivos por los qué nos hacen sentir mal esas determinadas situaciones. Si descubrimos el hecho concreto que nos hace sentir mal la dificultad es más fácil de resolver.
Sé que ese miedo tiene un botón de off, pero en cada situación está puesto en un sitio distinto y hay que encontrarlo cada vez. Para cada situación de miedo hay un disparador distinto. Cuando se tiene miedo, el resultado habitual es el cabreo, pero encontrar por qué surgió ese miedo es la tarea fundamental para acabar con él. Si vas ganando confianza en tu pareja además esa tarea se vuelve muy terapéutica y fomenta y fortalece la confianza en tu amor y en tu amor y tu metamor como pareja.
Cuando el cabero sale a la luz, en mi caso por lo menos, es un cabreo generalizado. Algunas veces pienso que el cabreo es porque tiene otra pareja a la que también presta atención, pero si consigues ir de lo general a lo particular al final descubres que te has cabreado porque no le ha dado al Like en tú publicación de Facebook, o por que no te contestó a un Whatsapp. Si hubiera apretado el botoncito con el dedo hacia arriba, o te hubiera contestado con siete caras con los ojos fuera de las órbitas en forma de corazón, el hecho de que tenga otra pareja habría pasado a un segundo plano. Pero no lo hizo y, como estas en esta situación, todo lo relacionas con el hecho de que "existe alguien más" cuando en realidad el problema no es ese, sino que el problema es que no te prestó la suficiente atención en el momento que tú querías. Esto es sólo un ejemplo.
A partir de hay que plantear una forma de expresarnos que nos permita decir lo que sentimos sin ofender al otro, o tratando de no ofender al otro u otros en este caso. No siempre es fácil. Creo que al final aceptar dónde estás y "confiar" en las personas con las que ha aparecido, por el transcurso del tiempo, una relación de confianza es lo mejor que se puede hacer.
Para luchar contra el miedo es muy importante confiar en quién según tu teoría es el agente de tu miedo. En mi caso es mi metamor (habrá otro post específico sobre él). De la relación que se genere entre los dos (tu metamor y tú) dependerá en gran parte el éxito de la convivencia.
Ya hablaba en este post: TIPOS DE DINÁMICAS /RELACIONES sobre la relación entre tu metamor y tú. Es la tercera que surge por orden de aparición pero no de importancia.
Entender que la otra persona no representa una amenaza para tu relación es la base de la relación a tres y de alguna forma esa es la confianza que depositas en tu vértice con la complicidad de tu metamor. La existencia de su pareja, la de ellos, no representa una amenaza para la tuya. Ni la tuya para la de ellos.
Cuando me siento menos valorada trato de pensar en todo lo que ha /han hecho y siguen haciendo para que yo esté a gusto. Trato de bajar a la realidad y pensar en situaciones concretas. Teorizar sobre algo general sin concretar en cuáles son lo actos que nos hacen sentir bien o mal no es la solución a nuestros momentos de bajón. Sin embargo, si pensamos en hechos concretos, buenos y malos, y tratamos de hacer un balance de cómo nos sentimos recordando lo que pasó, o lo que no pasó y nos hubiera gustado que pasara o que no pasara; si conseguimos "revivir" estos momentos podremos hacer un balance, subjetivo, eso sí, y saber qué situaciones nos hacen sentir mal y descubrir los motivos por los qué nos hacen sentir mal esas determinadas situaciones. Si descubrimos el hecho concreto que nos hace sentir mal la dificultad es más fácil de resolver.
Sé que ese miedo tiene un botón de off, pero en cada situación está puesto en un sitio distinto y hay que encontrarlo cada vez. Para cada situación de miedo hay un disparador distinto. Cuando se tiene miedo, el resultado habitual es el cabreo, pero encontrar por qué surgió ese miedo es la tarea fundamental para acabar con él. Si vas ganando confianza en tu pareja además esa tarea se vuelve muy terapéutica y fomenta y fortalece la confianza en tu amor y en tu amor y tu metamor como pareja.
Cuando el cabero sale a la luz, en mi caso por lo menos, es un cabreo generalizado. Algunas veces pienso que el cabreo es porque tiene otra pareja a la que también presta atención, pero si consigues ir de lo general a lo particular al final descubres que te has cabreado porque no le ha dado al Like en tú publicación de Facebook, o por que no te contestó a un Whatsapp. Si hubiera apretado el botoncito con el dedo hacia arriba, o te hubiera contestado con siete caras con los ojos fuera de las órbitas en forma de corazón, el hecho de que tenga otra pareja habría pasado a un segundo plano. Pero no lo hizo y, como estas en esta situación, todo lo relacionas con el hecho de que "existe alguien más" cuando en realidad el problema no es ese, sino que el problema es que no te prestó la suficiente atención en el momento que tú querías. Esto es sólo un ejemplo.
Para luchar contra el miedo es muy importante confiar en quién según tu teoría es el agente de tu miedo. En mi caso es mi metamor (habrá otro post específico sobre él). De la relación que se genere entre los dos (tu metamor y tú) dependerá en gran parte el éxito de la convivencia.
Ya hablaba en este post: TIPOS DE DINÁMICAS /RELACIONES sobre la relación entre tu metamor y tú. Es la tercera que surge por orden de aparición pero no de importancia.
Entender que la otra persona no representa una amenaza para tu relación es la base de la relación a tres y de alguna forma esa es la confianza que depositas en tu vértice con la complicidad de tu metamor. La existencia de su pareja, la de ellos, no representa una amenaza para la tuya. Ni la tuya para la de ellos.
Me siento tan identificada en el post... los pollos que he montado por miedos e inseguridades, además no me ha hecho falta enfadarme, lo somatizo y tengo pesadillas o me pongo enferma...
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Espero que esta entrada y el blog en general te sirvan de ayuda. Un saludo!
Eliminar